jueves, 17 de diciembre de 2009

Futbolistas españoles de leyenda. Ramallets.


Antoni Ramallets i Simón (Barcelona 1924-Vilafranca del Penedès 2013).

El Barcelona de la década de los 50 no sería nada sin la presencia de Laszi Kubala; pero más allá de la alargada sombra del magiar, tampoco se entendería el Barça de la época sin la sobria estampa de un hombre siempre de riguroso negro, que defendió la portería azulgrana durante nada menos que quince temporadas.
El muy popular barrio de Gràcia barcelonés vio nacer y dar las primeras patadas al balón a este espigado chaval de negra cabellera y gesto adusto y sereno. Tenía muy claro que quería ser portero de fútbol y, como no se le daban bien los estudios, empezó a trabajar a los quince años en la fábrica Casacuberta, a la misma vez que defendía la portería del modesto club Racing de Guinardó. En uno de estos partidos, un dirigente del Europa -histórico club de Barcelona que disputó la primera Liga- le hizo su primera ficha profesional, doscientas pesetas mensuales.
El obligado cumplimiento del servicio militar lo llevó hasta San Fernando. Con el equipo de la Base Naval conquistó el subcampeonato de España de la Marina, lo que le llevó hasta Palma de Mallorca, en cuyo equipo jugó dos temporadas en Segunda División (1944 a 1946).
La trayectoria en el conjunto bermellón no pasó desapercibida para el "Mago" Josep Samitier, por aquel entonces secretario técnico del Barcelona. Samitier, responsable de los fichajes de César y Kubala, había puesto los ojos en aquel joven de agilidad felina bajo palos y lo fichó para la temporada 46-47. El Mago pocas veces se equivocaba y esta vez tampoco lo hizo; sin embargo, la portería del Barça estaba magníficamente cubierta por Velasco, por lo que fue cedido al Valladolid para que siguiera fogueándose. Los pucelanos estaban en Tercera, y ya con Ramallets en la portería consiguieron el ascenso a Segunda. Sólo era cuestión de tiempo que se hiciera con la titularidad de la portería del Barcelona.
Ya repescado del Valladolid, Ramallets no tenía más remedio que mirar desde el banquillo las evoluciones de su equipo. Velasco se encontraba en un excelente estado de forma y logicámente, la titularidad era suya...hasta que ocurrió lo inesperado. Se disputaba en Vigo un Celta-Barcelona, y en un lance del partido, el guardameta Velasco se lanzó a los pies de un delantero celtiña, con tan mala fortuna que le provocó una lesión ocular -desprendimiento de retina- que casi lo retiró de la práctica del fútbol. A partir de esa desafortunada acción nacería el mito. Corría la temporada 48-49 y el Barcelona se proclamaría campeón de Liga.
Con Velasco en el dique seco, la temporada siguiente fue la de su consagración. El Barça acabó quinto aquella temporada, pero las magníficas actuaciones del joven meta se hicieron acreedoras a un premio. ¡Y qué premio!. El seleccionador español Guillermo Eizaguirre se lo llevó al Mundial de Brasil como portero suplente de otro Eizaguirre (Ignacio), indiscutible titular del Valencia y de la selección. El joven Ramallets había dejado fuera de la convocatoria a porteros de la talla del bilbaino Lezama o del magnífico Juan Acuña, arquero del Deportivo de la Coruña.
Aquel mundial significó la mejor clasificación de España jamás en una cita mundialista, pero también el momento cumbre de Ramallets, así como de casi todo el resto de integrantes del plantel. Como he comentado anteriormente, Ramallets partía como guardameta suplente, y de no haber sido por la lesión -involuntariamente otra lesión vuelve a marcar su carrera- de Eizaguirre, Ramallets habría sido un magnífico portero, pero no un mito. El primer partido contra Estados Unidos lo jugaría Eizaguirre, pero en el resto, incluido el famoso contra Inglaterra; sería Ramallets el portero de la selección, con actuaciones tan portentosas que fue nombrado mejor portero de aquel Mundial. Sus reflejos felinos, no exentos de sobriedad y sangre fría, le hicieron ganarse el apodo de "El gato de Maracaná", sobrenombre que, en su caso, más bien parece su segundo apellido, de utilizado que ha sido.
A la vuelta de Brasil, el Barcelona gana la Copa de 1951 como prolegómeno a la que sería la temporada con mayúsculas del equipo azulgrana hasta este año 2009. La temporada 51-52 es la archifamosa temporada de las cinco copas (Liga, Copa, Copa Latina, Copa Eva Duarte y Copa Martini-Rossi). En ese equipo, además de Ramallets figuraban cracks como Kubala, Biosca, Sagarra, Gonzalvo III, César o Basora. Tras aquel any triunfant, se volvió a hacer doblete en la temporada siguiente, aunque se sucedieron tres temporadas de sequía hasta la consecución de la Copa de 1957. El nacimiento de la Copa de Ferias en 1958 tuvo en el Barcelona a su primer campeón, para en 1960 volverla a ganar. En ambas, la participación de Ramallets fue decisiva en un Barcelona donde poco a poco los Basora, César o Gonzalvo III iban retirándose para dar paso a Vergés, Gensana, Suárez, Kocsis o Czibor. En ese Barça a caballo entre dos décadas sólo permanecían Kubala y él.
La consecución del título de Liga de la temporada 58-59 le dio la oportunidad al Barcelona de participar por primera vez en la Copa de Europa, máxima competición continental; competición que desde su inicio en 1956, dominaba insultantemente el Madrid de los Di Stéfano, Puskas y Gento. La primera participación del Barça se saldó con una eliminación en semifinales. Pero se ganó la Liga y al año siguiente se volvió a intentar el asalto a la hegemonía madridista en Europa. Como campeón de la edición anterior, el Real Madrid también participaba; y el destino quiso que los dos grandes enemigos se cruzaran en octavos. El Barça eliminó a los madridistas tras empatar en el Bernabéu y ganar 1-0 en el Camp Nou. Se eliminó en semifinales al Hamburgo tras partido de desempate y finalmente, se llegaba a la final, disputada en Berna. El rival era el Benfica del gran Eusebio. Aquel 31 de Mayo de 1961 constituye una de las fechas más amargas en la historia del Barça, y el partido más desafortunado de Ramallets como blaugrana. De los tres goles portugueses, dos fueron tras fallos del excelente guardameta. Pero sería injusto hacerle responsable de la derrota. Esa final es más conocida como la "final de los postes", por los tres tiros a la madera del Barcelona. Con 1-3 para el Benfica en el descanso, Kocsis, Kubala y Evaristo dispararon por tres veces al palo de los benfiquistas. Desde ese partido, los postes dejaron de ser cuadrados para pasar a ser redondos, como actualmente siguen siendo.
Ese partido precipitó la retirada del extraordinario portero catalán, que se produjo en 1962. Una vez retirado, entrenó al Valladolid y al Zaragoza. Al club pucelano lo llevó hasta la cuarta posición en la temporada 63-64, en la que es la mejor clasificación del Valladolid en toda su historia. Después permaneció varias temporadas en el staff técnico del Barcelona, para después desvincularse completamente del fútbol al entrar a trabajar en una entidad bancaria, donde se jubiló. El mejor portero de la historia del Barça y uno de los tres mejores porteros españoles de todos los tiempos lleva una vida apacible, sólo alterada por alguna esporádica entrevista en la que hace gala de su sabiduría futbolística y su señorío.
El Gato de Maracaná consiguió, siempre con el Barça, seis Ligas, cinco Copas y dos Copas de Ferias; además de cuatro trofeos Zamora y la Medalla al Mérito Deportivo. Con la selección española disputó 35 partidos, desde 1950 hasta 1961, siendo su principal logro el famoso cuarto puesto del Mundial de Brasil, donde fue tan decisivo como Telmo Zarra.
Retirado de los banquillos, Ramallets se dedicó la última parte de su existencia a llevar una vida tranquila, aunque de vez en cuando se le requería para alguna colaboración que otra, principalmente reportajes glosando su figura. En uno de ellos, el actual guardameta culé, Víctor Valdés, otro mito blaugrana por trayectoria y palmarés, tuvo la oportunidad de conocer al Gato, quedando en su recuerdo marcado el momento, como él mismo, modesta y agradecidamente reconoce.
Ya enfermo de cáncer, en 2012 enviuda, lo que acaba por convertirse en el principio del fin de su vida. La muerte de su mujer lo deja muy tocado anímicamente y provoca que su enfermedad se agrave, precipitándose todo hasta que un 30 de Julio del año siguiente, en un hospital de Vilafranca del Penedès, el mejor portero de la historia del Barça, que ya es mucho decir, fallece.

1 comentario:

  1. QUE PASA QUE NADIE SE ACUERDA DE MI PADRE, JOSE SERLES QUE FUE UNO DE LOS PORTEROS SUPLENTES DE RAMALLETS, PUES SI SEÑORES ES VERDAD, MI PADRE FUE UNA DE LAS PIEZAS DE ESTE GRAN CLUB, INCLUSO CUANDO MURIO LE HICIERON UNA MISA EN LA CAPILLA DEL CLUB Y UN MINUTO DE SILENCIO, SIN EMBARGO NO LO VEO EN LAS ANTIGUAS FOTOS DEL CLUB Y ME DA MUCHA PENA, PORQUE ÉL FUE UNA DE ESAS PERSONAS QUE AYUDO A HACER GRANDE ESTE CLUB .visca el Barça i visca la Catalunya del meu cor.

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