martes, 24 de noviembre de 2009

Futbolistas españoles de leyenda. Lángara.


Isidro Lángara Galarraga (Pasaia 1912- Andoain 1992)

Bien es sabido que el fútbol en España penetró por Huelva, pero algo más tarde lo hizo vía Euskadi; y es allí donde de verdad cuajó y se extendió al resto del país. Así, no es de extrañar que numerosos jugadores vascos se hicieran grandes en equipos de fuera de Euskal Herria. Especialmente en las décadas del 30 y del 40, nombres como los de Unamuno en el Betis, Eizaguirre y Arza en el Sevilla, Mundo en el Valencia o, como nuestro protagonista en el Oviedo; convirtiéronse en referencias de sus respectivos equipos.
Lángara comenzó a jugar en distintos equipos de su tierra hasta que, a los dieciocho años, el Oviedo se fijó en él y lo fichó del Tolosa. Con el conjunto azulón logró el ascenso a Primera en 1933. En las tres temporadas siguientes, el Oviedo sorprendió a propios y extraños con unos números de ensueño (3º las temporadas 34/35 y 35/36, con una media cercana a los 60 goles a favor en el conjunto de las tres temporadas), con Lángara como máximo goleador de la competición en las tres temporadas anteriormente mencionadas. La delantera compuesta por Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín era conocida como la "delantera eléctrica", recitada de carrerilla como otras tantas anteriores y posteriores a ésta. Ni que decir tiene que jamás el Oviedo ha logrado repetir semejante hazaña en su larga historia, pues sobrevino la Guerra Civil y sumió al país en general y al fútbol en particular en el más denso de los agujeros negros. Esta etapa de Lángara hasta el estallido de la guerra puede resumirse en dos estadísticas apabullantes: 281 goles en 220 partidos oficiales con el Oviedo y 17 goles en 12 internacionalidades con la selección española.
Miembro del Frente Popular, Lángara combatió en el bando republicano. Una vez caído el Frente Norte en manos del bando fascista, Lángara se enroló en la Euskal Selekzioa en 1937 para marchar un año después a hacer la gira americana con el combinado vasco. Se proclama subcampeón de la liga mexicana la temporada 38/39 y marcha a Argentina para fichar por San Lorenzo de Almagro, donde jugaba Ángel Zubieta, compañero y amigo suyo que recomendó su fichaje. En su primer partido con la camiseta azulgrana le marcó cuatro goles a River en 45 minutos, lo que le convirtió desde primera hora en un ídolo para la afición de San Lorenzo. En las tres temporadas que jugó para el Ciclón de Boedo marcó 110 goles en 198 partidos, siendo aún hoy día, el séptimo máximo goleador de su historia.
Disputando San Lorenzo de Almagro una gira por México, a Lángara lo fichó el Club España, con el que consiguió ser campeón de Liga y Copa de México y máximo goleador en dos ocasiones; hasta que en 1946 decidió regresar a España para quemar sus últimos días como jugador, de nuevo en el Oviedo; donde a pesar ya de encontrarse en el ocaso de su carrera, firmó dos buenas temporadas.
Descontento con la situación en la que se encontraba la España de la posguerra, Lángara volvió a México para retirarse como jugador e iniciar una breve carrera como técnico que le llevó a proclamarse campeón de Copa en 1953 con el Puebla.
Quiso Lángara regresar a su tierra para disfrutar de los últimos años de su vida y, en 1992 moría en su Guipúzcoa natal este formidable jugador. Sin lugar a dudas, el mejor delantero centro de la década de los 30 y el mejor futbolista de la historia del Real Oviedo, ésto último de largo.

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